Navidad

Por qué escribir de Navidad en Noviembre? Pues porque Wong ya decoro todos sus pasillos del rojiverde espíritu. Porque la calle de Surco que es casi casi atactivo turístico para turistas más tercermundistas que nosostros, ya está con varias casas derrochando energía eléctrica en renos pastores, papa noeles bonachones, etc. Porque en mi casa ya sacaron todos los adornos, que cada año se suman a la colección, entonces mi hogar se convierte en un mix de navidades desde 1990. Porque por eso el recibidor se ha llenado de duendes y no puedo poner ni mis llaves. Porque tengo que subir las escaleras sin tocar el pasamanos porque un jardín lo envuelve en una abrazo de serpiente y las mesas, aparadores, cojines, estantes, espejos, paredes están rebozantes de rojo, verde ,uvas, espigas doradas, bolas, ángeles, gorros en punta, velas, escarcha (entonces se forman híbridos como un estante con ángeles que cargan uvas o mesas de velas con gorros en punta).

Porque en el baño un hombre de nieve me mira, porque si quiero tomar un vaso con leche tengo que hacerlo en los de navidad. Porque si voy secarme las manos, tengo que usar las toallas de navidad del tipo para uso y no las tipo adorno. Porque hablar de navidad implica hablar de año nuevo y aún no tengo planes.

Porque a mis vecinos los veo decorar sus casas con tal ahínco y esmero aislador que me pregunto si tanto esfuerzo sería mejor aplicarlo en hablar con su hijo acerca de cosas que le interese y no mandarlo a rodar porque no quiere decorar un árbol en tonos de dorado cenizo #43.

Porque imagino que los que más adornos les ponen son los que más necesitan llenar sus familias. Pero también hay quienes se ven felices, digo, al menos sonríen siempre que uno los va a visitar, y aun así arman y decoran mucho sus casas. Me pregunto por qué decoran su felicidad, si es que ya la tienen.

Porque tenemos que aceptar el impuesto perdón fraternal de la época. La absolución ciega. Porque dicen que el amor es ciego, y algo amnésico en Diciembre. O de memoria selectiva, como "el presidente" Fujimori. Por eso perdonamos a todos: al choro que te robó la grati, al primo que habló pestes, a la ex (no, a esa ni en navidad...), al chofer que para cuando el semáforo en Canaval y Moreyra está en verde. Perdonados todos porque no saben lo que hacen, no Señor?.

Porque el amor aparte de ciego, amnésico, es también algo capitalista. Porque a ojos cerrados la gente compra con su CMR.

Porque la etiqueta de Coca-Cola no tiene pierde. La nieve que cae por allá, aquí da la sensación aclimatada para el calor infecto de esta temporada, donde el precio de sus bebidas (es decir, el 99% de mercado de gaseosas) Qué día le baján el billete a los Añaños? El día en que el presidente de la compañia pueda pronunciar Añaños sin atorarse por estar ante su homónimo peruano?)) decía que es la época en la que sus bebidas suben de precio aunque ellos prefieran decir "Por invierno, bajamos nuestras tarifas! Mamacha! Corre y compra tu Coca Cola que aunque sea Invierno no hay excusa para no suplantar tu chicha Negrita por tu vaso de gaseosa que cuesta más que la dieta diaria de toda tu prole. Y ud. Señora de los Pardos y las Casas, pague no más, para Ud. la tarifa nunca es un problema, si sube si baja, la gasolina o el peaje, nada, nada importa. ud. compra como Don Pedro de los Pardos y las Casas por su casa.

Porque el 24, 25, 26, ..., no tomamos Coca Cola. Tomamos chocolate caliente. Y sé que de la ironía de tomar chocolate caliente en Navidad y días sucesivos ya se ha repetido más veces que The Nanny en Sony, pero el estado de sopor al que nos lleva la susodicha bebida, nos deja la lengua caliente para seguir diciendo porque la Navidad es todavía la época de menos paz en todo el año. Pero "Cheese", CLICK!, "salí bien?" -Se nota que soy feliz??-

Porque compramos CLICKS!, ropa, perfumes, deudas. Nos comprometemos en 24 cuotas en hacer feliz a alguien, a quedar bien, a asegurar el cariño de 24 pulgadas, con adaptador stereo, wi-fi, soat, etc.

Porque el tráfico emocional no para con la luz roja. Aumenta el 24 y espera con ansias el pavo, lechón, pollo, salchicha huachana, lo que sea con tal de llegar a las 12 sin probar bocado y cenar en medio de cohetones y con el tristemente alegre conductor de radio countdown que deben usar relojes extrañísimos ya que nunca coincide su hora con la de los presentes en el agape navideño. Porque esperar hasta las 12 de la noche para comer es pura tortura china, y la indigestión (natural) que nos dará por comer tanto a esa hora, es más complicada que el geniograma de El Comercio.

Porque algunos creen en Papa Noel, otros en el regalo inesperado, otros en el nacimiento de El Salvador, pero a la hora de coger el último vestido de MNG en Small, nadie cree en nadie.

1 comentario:

M&M dijo...

Exacto y de los viajecillos en Oltursa sales tan destruído como en la peor de las resacas.