Es un terremoto?? Es un tsunami?? No... Es un Censo!

Todo transcurría con la naturalidad que se dan las cosas ante una Ley Seca: la gente compraba alcohol en las bodegas de confianza (gracias Srs. Comunidad China Bodeguera) y circulaban los carros a las casas que albergarían alrededor de 10 personas, para embriagarse hasta la muerte, con el único pretexto válido que es el de desacatar la ley. Abstemios, alcohólicos anónimos, maníaco depresivos, todos, todos juntos chupando hasta el vómito y más allá. Pero mientras tanto, una tensa y terrible situación acontecía en Vivanda Miraflores (ese que atiende 24/7): Gente de todos los conos de la ciudad se aborrotaba en los anaqueles de comida enlatada, corrían con desgarradores gritos por los pasillos, llenaban sus sostenes y calzoncillos con fiambres y viandas. Colas interminables sumandas al agudo e inquietante sonido de las cajas registradoras auguraban un día de terror. Los rostros de la gente que aun no sucumbía al estado esquizofrénico que causaba este censo, producían gestos de incredulidad ante lo que veían. Yo me encontraba en ese grupo. Temiendo por mi salud emocional, huí de tan grotesca realidad, sólo para comprobar que la enfermedad se esparcía por donde yo caminaba:

"Dicen que pueden llegar a tu casa a las 9 de la madrugada!!"

"No se podrá ir ni la bodega... pero puedes tratar darle un sencillo al empadronador para que te consiga algo."

"Tal vez ellos vendan abarrotes y cosas bajos sus casacas gamarreras..."

"Tendrán que hacer el censo en 9 meses... sí. No ves que la gente va a tratar de entretenerse todo el día..."

Corrí para no escuchar más. Aunque las voces daban vueltas en mi mente.
Paré en una esquina. Quería tomar un taxi y olvidarme. El tiempo que estuve esperando pude ver combis y micros LLENOS de gente. PERO SI ERA LA 1 AM!!
Empecé a tiritar. Felizmente era por el frío.
Pasó un taxi.
¿Cuánto de acá hasta allá?... ¿Cómo que chorrocientos soles??!! Es que mañana no va a haber chamba pues compadrito... comprende.

Lo dejé pasar. Pensé que sólo ha sido un taxista consternado (bueno, cualquiera lo estaría de manejar como webón todo el día un Tico en Lima).
Pero con el siguiente pasó lo mismo (y no era Tico).
Y así con un par más. Me resigné a pagar la cantidad exorbitante mínima. Quería estar a salvo en casa.

No pude conciliar el sueño con facilidad. Era sábado y no estaba borracho. No podía aceptarlo. Me repetía que esto no podía estar pasando... Esto no puede ser... esto no puede ser... esto no puede...ser... esto....no...p...p...


No recuerdo si soñé algo, la verdad despertarme a las 9 am para que la Sra. Gertudris (¿así se escribe? ok, no importa) venga a hacerme preguntas como:

"Es usted casado?" Sí, claaaro, por eso vivo en la casa de mis padres. "No señora, soy soltero."
"Es ud. católico?" "Soy bautizado y comulgado, pero no ejerzo ni creo en la religión católica." "Entonces le pongo Religión: otra" . "No, porque eso implicaría que tenga una, y la verdad no sé si la tengo. No una conocida al menos." "Entonces... ninguna verdad?". "Digamos..."
"Cuándo ud. nació su mamá dónde vivía?" "Esa pregunta no se la deberían hacer a mi mamá?." Además sepa Ud. que somos más nómades que los gitanos, así que puede que nos hayamos estado mudando mientras yo nacía. "Entonces su mamá vivía..." "Entonces, a ver... Mamaaaaa, veeeen."
"Tiene un trabajo estable?" Sí.
"Indique su profesión... Ejemplo: Médico, Ambulante, Vendedor" "Marketero. " "No hay" "Este... Administrador?" "Tampoco. Le pondré empleado" "Ok, hay Ambulante y no Administrador..." qué bien está mi país!.


No me quedé a escuchar las preguntas al resto de mi familia, porque la cama me reclamaba. Dormí y dormí, y si hubiera tenido unos Zanax a la mano hubiera dormido hasta la reelección de Fujimori, o la elección de Keiko. Lo que ocurra primero.

Desperté a las 12 para comprobar algo inaudito. El CERO ruido en las calles. Era increiblemente fantástico. Se podía leer El Dominical sin un claxón. Se podía escribir sin una quemada de llantas. Empecé a ver el lado Coca-Cola de la Vida.
No pasaron ni 10 minutos de esta tranquilidad incomparable, cuando una sirena de ambulancia cortó el momento infinito.
A los 10 minutos otra.
Y luego otra.
Y así buena parte de la tarde. Me pregunté ¿A quién se le ocurre accidentarse un día así.?¿ Será la gente que trataba de tirarse desde sus departamentos? ¿Claustrofóbicos en busca de la libertad? ¿O simplemente médicos con ganas de pasear por Lima? Qué se yo. Pero me imagino que habrá habido empadronadores en La morgue ¿no?, haciendo los descuentos respectivos de población, digo...
Mirando el minutero, esperando los segundos para poder salir sin que te tiren gas lacrimógeno, pasé mis últimos momentos de encierro.

Un minuto antes de las 7 salimos de casa. COMO EL 99% DEL RESTO DE FAMILIAS DE LIMA. Un tráfico más horrible que la cara de una brichera cuzqueña. Espantoso. Realmente quería un kilo de zanax para llevar. Todo el mundo extrañaba las calles, al parecer.

Regresamos a casa y bueno, a ver si hay algo en el cable, porque la programación nacional era un sólo de especiales informativos diciendo:

Siendo las 7 y 30 minutos, amigos televidentes, ya pueden salir de sus casas.... Señora, señora, qué tal el censo... bien... señor señor, qué tal el censo... bien... Todo bien entonces referente al censo nacional, hoy domingo 21 de octubre, y vemos que la gente discurre ahora normalmente por las calles. Nos informan que no ha habido ningún incoveniente. El censo ha sido un éxito.

Zanax por favor!!

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